Monday, September 26, 2005

EL EGOÍSMO SIMPLISTA DEL YO


(YO) quiero ... YO necesito de tí, Yo ... Yo ... yo, es tan común despertar en la mañana y desde que abrimos los ojos empezamos a pensar en el "yo". El Yo no es sólo una palabra, es más bien una forma de vida en la que todos los seres humanos solemos caer.

¿Es cierto que estas dos letras unidas (YO) más que una palabra se han transmutado en una suerte de enemigo silencioso de nuestra propia esencia?.

Cada cual expresa de distintas maneras su yo, pero la forma más común es el egoísmo simplista, que no es otra cosa que el egoísmo que utiliza como única excusa de su existencia la satisfacción momentánea del ser, esa satisfacción que no dura, pero que mientras dura hace del individuo un ser superior ya que sus deseos han sido satisfechos .

El ser humano se ha caracterizado, durante sus miles de años de existencia, entre otras cosas por ser un "ignorante", palabra que obviamente designa a todos los seres humanos como seres que no manejan todo el conocimiento universal, pero por alguna razón creemos que lo podemos encontrar; un científico lo busca en la ciencia, un astrólogo en las estrellas, un cristiano en la palabra de la biblia, etc. Sin diferencias de ningún tipo lo que todos buscan es la satisfacción momentánea de ser, buscamos respuestas a preguntas que solo satisfacerán nuestro ego durante pocos segundos. Sin embargo, la relevancia de estas respuestas es la que nos ha dado felizmente la calidad de vida que tenemos ahora; el conocimiento que manejamos y el arte que gozamos hoy en día se lo debemos a todos aquellos egoístas, que gracias a esa búsqueda de la satisfacción personal material izada en un objeto palpable fueron capaces de osadías que atentaron contra la moral de las distintas épocas en que fueron generadas.
Entonces ¿Qué tan malo es ser egoísta? ... El egoísmo simplista del Yo implica despertarse en la mañana y favorecerse a sí mismo y a lo que él considera suyo, es decir si no fuéramos egoístas no existirían lo padres que dan la vida por sus hijos. El egoísmo se transmuta nuevamente en una expresión perfectamente natural del ser humano y no en ese enemigo que corroe nuestra fuerza vital y que la infecta hasta destruirnos.
Pensemos un momento más ... El ser humano no es un, ni era un ser preparado para afrontar la vida sobre la tierra: Padecemos enfermedades mortales que son perfectamente naturales para otros seres desde su nacimiento. No poseemos el pelaje que nos ayudaría a soportar el invierno, nuestras energías se agotan demasiado rápido, etc. es decir no estábamos preparados para sobrevivir a la vida sobre la tierra, sin embargo el egoísmo en un mayor extremo permitió al ser humano convertirse en casador, a crear ropa, a desarrollar inventos como la rueda, hasta las creaciones y descubrimientos más revolucionarios de hoy en día. todo gracias al único objetivo de satisfacer las necesidades inmediatas del yo, es decir el ser humano existe gracias a su terquedad y a su egoísmo. Las mismas religiones buscan proclamarse como únicas, siendo la gran vencedora hasta el momento la católica y siguiendolo cada vez más cerca la evangélica. el título de Gerente o jefe de área solo sirve para satisfacer nuestro ego, la mismísima creación de la palabra "egoísta" debería ponernos a pensar, ya que solo reconocemos a un egoísta cuando su egoísmo afecta al nuestro directa o indirectamente, así que el que pensó en titular o darle una etiqueta a este sentimiento humano es porque se reconoció así mismo como un egoísta. Sin embargo gracias a toda esta categoría del egoísmo simplista del yo es que seguimos siendo humanos, seguimos existiendo y por lo tanto seguimos formando parte de la energía universal que tarde o temprano se llevará nuestra fuerza para satisfacer su propio Yo y darse un segundo de satisfacción egoísta.

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