Primaveral

Yo vivo en Trujillo, he visto durante 24 años las flores nacer, el sol cuando empieza a aparecer en la mañana, las ultimas gotas de rocío en los parques, los cantos empalagosos de las aves trinando en la puerta de mi casa, he visto personas corriendo con sus perros a las 6 de la mañana, he visto el extraño comportamiento de las personas al sentir un poco de calor y he visto unas cuantas veces el desfile de primavera, que odio!. Por algo nos llaman la capital de la primavera.

Hace poco empezó la primavera otra vez, no me disgustan realmente las ropas más claras o coloridas, o el hecho de que todos te saluden, me disgusta saber que dentro de poco empezará el verano, el calor sofocante de verano, la angustia por bajar de peso para ir a la playa de las personas, las fotos de atardeceres en huanchaco, las portadas de las revistas locales con chalanes, caballos de paso y las reinas de la primavera de estos años. Me molesta verlo todo tan cálido. Creo que prefiero el invierno.

Realmente nunca me gustó el verano y definitivamente menos cuando tenía 15 años. Soy de esas personas que va a la playa a buscar un contacto natural cualquier época del año sin necesidad de usar las últimas tendencias en shorts o zapatillas y son muy raras las veces que he ido a la playa con amigos, siempre prefiero ir solo o con mi hijo, hay cosas (bastantes) que prefiero hacer solo. Sin embargo no me niego a invitaciones, a veces es agradable sentirse dentro de la euforia veraniega, tomando con los amigos en algún restaurant frente a la playa y eso. Pero siento que la felicidad la he alcanzado dejándome llevar por las olas completamente solo, en el fondo donde no tienes contacto con nadie.

Durante una época de mi vida vestí de negro, verde oscuro, azul oscuro, muy poco blanco para contrastar, marrón y más negro cada día. Preferí dejar de hacer vida social y me recluía pasando tardes enteras con mi novia en el patio de la casa. Luego salía a buscar amigos para tocar o simplemente conversar, los inviernos universitarios son los más deprimentes. Luego llegaba la primavera y el verano pero yo seguía usando mi ropa oscura totalmente sin gusto y recontra abandonada. Mi madre siempre reclamaba por mi ropa y hasta hoy lo hace ... ¿Qué vas a ir así a la universidad? ... ¿porqué no te vistes más bonito como tu amigo .......? ó todos dicen que pareces loco con esa ropa ¿no has visto a ......... como se viste con su camisita y como saluda a todo el mundo?, mi madre siempre ha sido experta para las comparaciones y siempre recriminaba que yo no salude a la gente ... ¿había necesidad?. Luego he crecido y todo eso se ha quedado un poquito atrás, ya no visto de negro y a veces uso camisa, camino con una sonrisa y saludo a medio mundo a la otra mitad la saludaré otro día. Pero siempre hay caretas que van saliendo a la luz con el tiempo, nunca he dejado de sentir un momento de depresión al día, me lavo la cara, grito un rato y se pasa, salgo sonriente otra vez. Y nunca ha dejado de desagradarme el sol de verano. creo que prefiero el invierno.

Ser algo ... Ser nada

Hoy fue el primer día de tantos que vendrán, darse cuenta de la realidad pesa, pesa en los años, pesa en la mirada, pesa en la sin razón de algunas frases estúpidas que se esacapan cuando nadie mira, simplemente pesan.

¿Es inalterable el estado de sueño?, ese estado en el que vivo cuando no sé si es real porque todo esta borroso desde que amanece hasta que vuelvo a dormir, cuando cada cosa es más lenta de lo usual, o talvez esa es su verdadera velocidad y me he abandonado a la rapidez de lo contemporáneo, el tema de caminar más rápido para ganarle segundos a la vida no se aplica cuando uno vive en ese estado de constante intransigencia somnolienta.

El día dura porque tiene que durar, no porque sea importante, porque en ese estado realmente no existen escalas de importancia para las cosas, tampoco existen precios altos o bajos, solo existe la necesidad de no hacer nada. Ni siquiera pensar.

Garabatear en la mente supone de por sí un cansancio más, tocar el teclado es agotador conversar es simplemente aburrido, momento aislado, quizás luego mejore. Hasta las cosas que encontrarías desagradables o agradables te son indiferentes, y cuando alguien cercano te dice algo solo haces una mueca que intenta ser una sonrisa, caminar para alejarse más rápido.

Desprecio sin antónimos, solo desprecio ... palabra única al ver lo atemporal de mi situación sin espacio más que la burbuja en que se aisla mi corazón. Las palabras no significan nada, las imágenes te dan un pequeño indicio de despertar, quizás por eso prefiero ver una pélícula o video clips en este estado. Te permites abordar un ratito el sueño, luego regreso a la rutina, pero no regreso totalmente porque estoy extasiado disfrutando del momento de extraña cordura y locura. No pretendo regresar, quizás mañana ya no lo tenga, quizás mañana sea un "buen día" de esos que despiertan tu interés por conocerlo todo ... pero felizmente hoy no es así, hoy no siento ganas de hacer o deshacer, ni pensar, ni hablar, solo prolongar ese momento lo más que se pueda.