Descubrimiento

Entre las caras alegres y las sonrisas cómplices se entreteje un deseo más fuerte por conocerte, descubrirte, simplemente querete.




Divagando entre las teclas una mañana con mucho que hacer, deslizando mis dedos sobre cada letra impresa con tinta negra, observando a través de la cerradura de mi imaginación nuestro próximo encuentro. Te encuentro, no te suelto, te necesito ... tan cerca y tan lejos.
Cruel la manera en que te miro, pues el doloroso desazón está de mi lado.
Tu cuerpo, mi cuerpo, fundidos en una danza enferma, bailas conmigo, bailas con nadie, si estoy tu ya te has ido, cuando vuelves me derrito.
Vainilla ... rosada, aparece la aurora, jugamos en secreto, no decimos nada, intercambiamos miradas, tu cuerpo, mi cuerpo fundidos en secreto.
Me miras de lejos, te miro y te dejo es un juego de secretos, no me cuentas, no te cuento, lo hemos jugado antes ... pensamos en secreto.
Fría noche, otra vez decimos adios. Te beso, me besas, encerramos sentimientos. Me pierdo en helada, te abrigas en la cama. Fue difícil no lo niego, decirte adiós en este encuentro, más difícil reencontrarte y no decir un te quiero.
Fría cama, rotosa almohada, no ha quedado absolutamente nada, me duermo y te duermes, nunca diremos nada. Es el pasadizo angosto que andamos, pasadizo para esclavizados, te pienso, me piensas, nunca diremos nada.